Salimos de Panticosa pisando nieve, por el camino que sale junto a la
antigua tienda de mi tío, que la han convertido en una pizzería, cerrada.
Triste estampa de antiguos y glorioso edificios a medio reconstruir junto a
lujosos hoteles.
Amanece en Panticosa a -4ºC, despejado, la mañana del domingo 07-12-2014, las ganas de
invierno superan la pereza y a pesar de las fuertes rachas de viento, salimos
hacia la cumbre de Labaza.
Las primeros cientos de metros en la hoya de Panticosa, protegidos algo del
viento son solo fríos. Al alcanzar los Ibones do Serrato el viento se deja
notar con intensidad y el frío es el dueño, así que no paramos ni a comer. Parar
se hace peligroso.
En las rampas de acceso a los ibones, la nieve esta helada, para crampones afilados.
Las pendientes se hacen peligrosas y exige poner todos los sentidos
En las laderas de los picos Labaza y Batanes parece que el
viento ha decidido depositar toda la nieve que hace volar y hay acumulaciones
que bien pueden ser de dos metros, suelta, azúcar, en la que nos hundimos
hasta la cintura para hacer huella. Buscamos el espolón rocoso y la arista del
Labaza nos permite una ascensión invernal de primera categoría, inmersos en un
ambiente invernal de los que no se olvidan y que nos ha devuelto de golpe
el invierno tan esperado, después de tantos meses de estío y hastío.
Una pareja abrió la huella hacia batanes . Buena huella.
Viento helado en Batanes |
Lago de Serrato helado y el otro lado de Panticosa |
Batanes a la izquierda , collado y arista de Labaza a la derecha. |
El Garmo al otro lado a nuestra espalda en la subida helada.Parece que la nieve profunda empieza en la majada alta. |
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